El viaje de Luis y sus fieles compañeros continuó, y cada día que pasaba, se integraba más profundamente en un mundo de pesadillas y desafíos. La oscuridad los envuelve, como un denso manto envuelve el recorrido.
Atravesando la oscuridad de los bosques donde se encuentran los árboles en la copa del árbol, iremos recogiendo nuestros siniestros secretos a medida que avanzamos. Los sonidos de gritos no confirmados resonaron a lo lejos y los ojos brillantes de los depredadores cayeron en la oscuridad. Luis lideraba con valentía, enfrentando los horrores del bosque con sa espada desenvainada y sus sirvientes a su lado, listos para defenderlo.
Cruzaron ríos abrazados, cuyas aguas parecían susurros de lamentos. Los puentes crujían bajo sus pies minetras luchaban contra el corredor furioso, la lúgubre lluvia empapando sus capas. Joselito y Samatito demostraron su inconcebible capacidad para apoyar a Luis en sus momentos más difíciles, manteniendo su posición en medio de la tormenta.
Se encontrará con aterradoras criaturas que emergen de las profundidades del tenebroso mundo que habían elegido explorar. Básculas con ojos de fuego y garras afiladas desafiaron su avance. Luis, con tanta valentía, lideraba el combate contra estas abominaciones, con el apoyo inquebrantable de sus fieles seguidores. Las batallas fueron feroces, pero la voluntad de Luis no se detuvo.
Tan pronto como avancemos, el enemigo se volverá más implacable. La coronación del nuevo Rey del Horror aumentó rápidamente y la presión fue intensa. Joselito, con una mirada de preocupación en los ojos, se volvió hacia Luis de repente: "Qué amas, ha llegado el momento.
Luis, pillado por la lluvia y con las cicatrices de las batallas de las ganadas, respondió con determinación: "No hay necesidad de ceder ante la emergencia, Joselito. Nuestra oscuridad conquistará a este tercero y reclamará el trono del Rey del Horror. Continuar avanzar, violar lo necesario, porque nuestro destino guardia al final de esta ruta".
Samatito se acercó en silencio, su mirada llena de resolución. Así que continúa tu viaje en el autobús del trono que tantos años ha recorrido, infringiendo los horrores y decepciones que la oscuridad siempre les reserva. Cada paso era una prueba de su valentía, y aunque el tiempo seguía su implacable marcha, su determinación no se quebrantaba, porque sabían que el trono del Rey del Horror los guardaba, y no descansarían hasta canzarlo.
