En esta receta no solo hay ingredientes… hay recuerdos, aromas que me devuelven a la cocina de casa, donde todo comenzaba con una olla hirviendo y una historia por contar.
Preparamos una pasta sencilla, pero llena de ese “algo” que solo la infancia puede dejar: un toque de juego, una pizca de ternura y muchas ganas de compartir.