En el sereno pueblo de Brisaluz, donde los destellos del sol acariciaban con ternura las calles empedradas y las casas parecían surgir de las páginas de un cuento de hadas, residían dos criaturas extraordinarias: Foguiie, cuyo pelaje blanco irradiaba pureza como la nieve recién caída, y Fury, cubierto por un manto negro que recordaba la profundidad de la medianoche. Su belleza no era simplemente estética; era una manifestación de la gracia que poseían, una gracia que incluso hacía que las flores se inclinaran ante ellos y las mariposas bailaran en su presencia como hadas encantadas.
La amistad entre Foguiie y Fury no era solo un tema de murmullos; era la leyenda viva del pueblo. Sin embargo, más allá de su atractivo físico y la conexión que compartían, había un secreto que solo los susurros del viento y las sombras de la noche conocían: eran medio dioses adorados por las criaturas que se escondían en los recovecos más oscuros de la imaginación.
A medida que la víspera de Halloween se aproximaba, una inquietud curiosa invadió a los dos amigos. Una curiosidad tan intensa como la luz del sol que acariciaba el pueblo los impulsó a aventurarse en el corazón de la festividad. Querían desentrañar el misterio que envolvía esa noche única, donde los monstruos dejaban de ser meras sombras para cobrar vida en las calles.
No obstante, en las sombras del frondoso bosque que abrazaba Brisaluz, el astuto Zorro Oscuro acechaba. Sus ojos centelleaban con una malicia calculadora mientras observaba a Foguiie y Fury, deseando el estatus y los poderes que venían con ser medio dios. Desde la penumbra, tejía planes maliciosos con la intención de interponerse en el camino de los gatos y arrebatarles la admiración de las criaturas nocturnas.
La noche anterior a Halloween, la luna llena iluminaba los senderos del bosque mientras los dos gatos se preparaban para la travesía que cambiaría sus destinos. Sus ojos resplandecían con una determinación que solo la curiosidad más profunda podía avivar, y sus colas se mecían en anticipación de la aventura que les aguardaba. Ajeno a las artimañas que el astuto Zorro Oscuro orquestaba en las sombras, planeando desafíos que pondrían a prueba no solo la solidez de su amistad, sino también la fuerza de su propósito, Brisaluz aguardaba con expectación el despliegue de esta mágica historia en la víspera de Halloween.
Copyright © 2024 – Yesica Escritora y Angelica Ilustradora
¿Te gustó el capítulo? Si te inspiró tanto como a nosotras, no te pierdas nuestro paquete de pegatinas diseñadas especialmente a partir de este cuento. ¡Llévate un pedacito de la historia contigo! ✨